Ser Einstein en juegos de realidad virtual mejora la inteligencia

Asumir la identidad de Albert Einstein en un juego de realidad virtual otorga la posibilidad de desbloquear recursos mentales inaccesibles hasta el momento, así como puede aumentar el rendimiento en las tareas cognitivas, mejorar el autoestima e incluso superar los prejuicios contra la gente mayor, sugiere un estudio publicado en junio en la revista ‘Frontiers in Psychology’.

Los programas de simulación “pueden crear la ilusión de un cuerpo virtual que sustituye el tuyo” mediante una “encarnación virtual”, explicó Mel Slater, investigador de la Universidad de Barcelona (España) y coautor del trabajo, informa ‘ScienceDaily’.

Esta investigación consistió en crear “un ambiente virtual inmersivo”, en el que los participantes del experimento podían ver un “nuevo cuerpo reflejado en un espejo”, de modo que el avatar se correspondía “exactamente con todos sus movimientos”, creando “una poderosa ilusión de que ese cuerpo virtual es el propio”.

El experimento contó con la participación de treinta hombres jóvenes, quienes al comienzo debieron realizar diversas tareas para determinar su aptitudes cognitivas, su nivel de autoestima y sus esterotipos sobre las personas de mayor edad.

Posteriormente, todos ellos fueron provistos de cascos de realidad virtual y de trajes con sensores que miden los movimientos corporales. La mitad del grupo debió encarnar el cuerpo virtual de Albert Einstein, mientras que los otros quince integrantes utilizaron personajes normales con cuerpos de hombres adultos.

Al completar una serie de ejercicios en el ambiente virtual, los participantes fueron sometidos otra vez al mismo tipo de pruebas que al comienzo. Esta vez, aquellos integrantes del experimento que habían personificado a Einstein obtuvieron un mejor rendimiento cognitivo, especialmente los que tenían una autoestima baja. Además, este grupo redujo su nivel de parcialidad hacia la gente mayor.

Los expertos explican esto apuntando que los prejuicios están basados en considerar a alguien como diferente a uno mismo, mientras que la experiencia de encarnar el cuerpo virtual de una persona mayor ayudó a difuminar estas diferencias.

De la misma manera, el hecho de sentirse en el cuerpo de una persona extremadamente inteligente pudo haber afectado de manera positiva a la autopercepción de los participantes, ayudándoles a activar recursos mentales desaprovechados hasta ese momento.

“Es posible que esta técnica pueda ayudar a la gente con el autoestima baja a desempeñarse mejor en las tareas cognitivas”, así como “podría ser de utilidad en la educación”, concluyó Slater.