Senador: ¿Qué protocolos tiene adoptados el Gobierno ante la posibilidad de un apocalipsis zombi?

El pasado 1 de Marzo, un senador del partido Compromís formuló una de las preguntas más absurdas que se hayan formulado jamás en un Senado: “¿Qué protocolos tiene adoptados el Gobierno ante la posibilidad de un apocalipsis zombi?”.

Cabe aclarar que el propio senador, Carles Mulet, la formuló como forma de protesta, ante “la falta de respeto al control parlamentario, al no responder en demasiadas ocasiones a preguntas parlamentarias”, según sus propias palabras. En el propio texto de la pregunta (que se formuló por escrito) ya incluye observaciones al respecto: “Vemos con estupor cómo la función de control parlamentario al Gobierno se ve constantemente impedida por parte del ejecutivo, cuando estamos viendo como buena parte de las respuestas del Gobierno, a preguntas parlamentarias desde el Senado para contestación escrita, no aportan ningún tipo información”. Al final del escrito, especifican que plantean la pregunta “para ver si se trata de un problema de comprensión, atención o de interés en la temática”. De hecho, la primera pregunta que hacen es precisamente esa: “¿Se trata de un problema de comprensión, atención o de interés en la temática?”

El gobierno, al menos esta vez, ha respondido muy específicamente. Para hacerlo, ha recurrido al Diccionario de la Real Academia Española y ha argumentado sus respuestas de manera tan escrupulosa como divertida. Empiezan diferenciando entre las dos acepciones de la palabra “apocalipsis”: “En relación a la primera de ellas, ‘fin del mundo’, el Gobierno informa a Su Señoría que no dispone de protocolos específicos para dicha eventualidad, entre otros motivos, porque poco se puede hacer llegado ese momento, informa el diario ‘ABC’.

Sobre la segunda acepción recogida, ‘situación catastrófica, ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total’, se indica, por el contrario, que España dispone de un sistema global de procedimientos concretos y de protocolos de prevención de las emergencias, tanto en el ámbito de la protección civil, en el que participan el conjunto de las administraciones públicas, como en el de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (…)”.

El gobierno también ajustó su respuesta a las diferentes acepciones que el diccionario recoge para la palabra ‘zombi’:”En relación a la primera de ellas –’persona que se supone muerta y reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad’–”, el Ejecutivo reconoce que “no ha adoptado ningún protocolo específico más allá de los previamente señalados, dada la dudosa probabilidad de que se produzca semejante circunstancia bajo tales premisas. En relación a la segunda de las acepciones señaladas del término zombi –’atontado, que se comporta como un autómata’–”, el Gobierno señala que “España y sus administraciones públicas disponen de diversas líneas de actuación, aunque el Gobierno duda de que quienes se pudieran encontrar en las circunstancias descritas en la citada definición –por muchos que sean– puedan llegar a protagonizar una situación de apocalipsis como por la que se interesa Su Señoría”.

Aunque la respuesta es notablemente ingeniosa, el senador Carles Mulet no se ha dado por satisfecho, “ya que no se contesta en la misma a la primera de las dos preguntas ( y la verdaderamente importante) la que hacía referencia a la mala calidad o burla habitual en las respuestas a preguntas escritas”. Mulet critica tambien que el Gobierno de España, “sabiendo que esta respuesta va a ser posiblemente leída por mucha gente, han mostrado un esmero y dedicación que no suele ser habitual con preguntas de interés”. Además, ha añadido: “En definitiva, el Gobierno NO tiene ningún protocolo de actuación ante el apocalipsis zombi, y de la respuesta se puede interpretar que el propio Gobierno es en si un apocalipsis zombi…. Una catástrofe humana provocada por atontados o personas autómatas”.