Se dispara la demanda de exorcistas en la Iglesia católica
Expertos católicos italianos y estadounidenses han revelado que se está registrando una urgente demanda de exorcistas debido al acusado aumento de personas aficionadas al satanismo y lo oculto.
“La falta de exorcistas en una verdadera emergencia. Existe una emergencia pastoral como resultado del incremento de posesiones diabólicas a las que los sacerdotes exorcistas se enfrentan”, afirma al diario ‘La Stampa’ Valter Cascioli, psicólogo y asesor científico de la Asociación Internacional de Exorcistas, reconocida por el Vaticano.
“El número de personas que participan de prácticas ocultas y satánicas que causan un grave daño físico, psicológico y espiritual crece de manera permanente”, agrega.
Por su parte, el doctor Cascioli, que enseña exorcismo en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum, una institución universitaria auspiciada por el Vaticano, recalca que la “gente joven que navega mucho por Internet está entre los afectados”. La culpa, asevera, la tienen tanto los “actos directos del diablo como por la pérdida de fe y valores”.
El experto llamó al establecimiento de un colegio o universidad permanente donde se enseñe el exorcismo con un “enfoque interdisciplinar en el que colabore la ciencia con la religión, y psiquiatras trabajen con demonólogos y exorcistas”.
Al otro lado del Atlántico, dos de los principales exorcistas estadounidenses afirman que los casos de posesiones demoníacas derivan del aumento de la adicción a las drogas y la pornografía, del fracaso del sistema de salud mental y del vacío espiritual registrado en la vida de los estadounidenses, recoge el diario británico ‘The Daily Telegraph’.
“El pérdida de fe va de la mano con el aumento del mal”, constata el padre Vincent Lampert, de la archidiócesis de Indianápolis.
En la misma línea, el padre Gary Thomas, exorcista oficial de la diócesis de San José (California) y experto, relata que en los últimos diez años ha realizado entre 50 y 60 exorcismos. “Soy pastor a jornada completa y este es un sacerdocio intenso. Casi cada noche libre que tengo la ocupan los exorcismos”, afirma.