Revelan que Marte tuvo un Anillo y podría volverlo a Tener

Marte tenía al menos un anillo en el pasado y sus dos lunas, Fobos y Deimos, guardan indicios de ello, según un grupo de astrónomos de Estados Unidos. La hipótesis de que el mayor satélite marciano, Fobos, no siempre fue un objeto sólido en la órbita baja del planeta rojo y algún día volvería a convertirse en anillo ya se planteó en el año 2017. Ahora, un modelo digital sugiere a los astrónomos que la otra luna, Deimos, estuvo sometida a una influencia de aquel anillo.

Concretamente, la única forma de que la órbita de Deimos se inclinara en el ángulo que tiene actualmente (2 grados) sería a través de la distorsión creada por las fuerzas gravitacionales de aquel anillo, según calcularon los investigadores del Instituto SETI (California) y la Universidad de Purdue (Indiana). Aunque reconocen que el impacto de algún asteroide también podría haber producido un cambio en su órbita, este la habría hecho más excéntrica, al contrario de lo que es ahora. “El hecho de que la órbita de Deimos no esté exactamente en el plano con el ecuador de Marte no se consideró importante y a nadie le importó tratar de explicarlo”, dijo la autora principal del estudio, Matija Cuk, en un comunicado del ‘Instituto SETI’. No obstante, los investigadores se enfocaron en la nueva hipótesis y “la inclinación orbital de Deimos reveló su gran secreto”.

La clave para entender este secreto sería el fenómeno de la resonancia orbital. En opinión del equipo investigador, la luna externa (Deimos) encontró en algún momento hace más de 3.000 millones de años una resonancia en la cual su período orbital era tres veces mayor que el de la luna más próxima al planeta. Esta configuración provoca una inclinación de la órbita, tal y como demuestran los ejemplos de otros planetas con anillos. Sigue siendo una incógnita cómo era y en qué órbita estaba en aquel momento la luna inferior. Cuk y sus colaboradores creen que no se trataba de Fobos tal y como la conocemos, sino de su “abuelo”, con una masa 20 veces mayor a la del satélite actual. Aquel antecesor de Fobos se desintegraría posteriormente, convirtiéndose en un anillo, y habría pasado después por dos ciclos adicionales como anillo-luna antes de conformarse como la Fobos actual.

El equipo mantiene como válida la previsión planteada en 2017 y publicada en la revista ‘Nature’ sobre el futuro próximo de esta luna inferior: su órbita descendiente le garantiza una nueva desintegración por las fuerzas gravitatorias de Marte y la ulterior transformación de su material en un anillo. Todo ello, a pesar de que Fobos es muy joven y se consolidó, según los nuevos cálculos, hace solo 200 millones de años, justo en el tiempo cuando los dinosaurios poblaban la Tierra.