Revelan misterio del Objeto que sobrevivió a Agujero Negro Supermasivo

Lo que antes se creía que era una nube de gas y polvo en el centro de nuestra galaxia que misteriosamente había sobrevivido a un encuentro cercano con un agujero negro supermasivo es en realidad un conjunto de tres estrellas muy jóvenes, según un nuevo estudio publicado la semana pasada en ‘The Astrophysical Journal’. La nueva investigación concluyó que el objeto, llamado G2, se compone de tres estrellas ‘bebé’ envueltas en la espesa nube de gas y polvo de la que nacieron. Esta interpretación ofrece una solución muy ordenada a las preguntas que quedaron sin respuesta después de que en 2014 G2 rozara Sgr A*, el agujero negro supermasivo situado en el corazón de la Vía Láctea.

En 2011, con la ayuda de los datos infrarrojos medidos por el Very Large Telescope (VLT), se descubrió un objeto que prometía desentrañar un proceso extraordinario en el centro de la galaxia. Mediante varios análisis, los investigadores establecieron que se trataba de una nube de gas y polvo, que fue etiquetada como G2. Se esperaba que su posterior encuentro cercano provocara que G2 fuera desgarrado y absorbido por Sgr A*. Sin embargo, el objeto se estiró y alargó a medida que se acercaba al agujero negro y luego volvió a adoptar una forma más compacta, algo inesperado para los investigadores.

Además, hubo otros aspectos que llamaron la atención de los astrónomos. Los estudios revelaron que la temperatura de G2 es muy caliente, mucho más de lo que debería ser una nube de polvo. Aunque era posible que Sgr A*, u otras estrellas, hubieran calentado al objeto, este se mantuvo a la misma temperatura sin importar dónde estuviera. Esto sugería que lo que estaba calentando a G2 provenía del interior de la propia nube. En el nuevo estudio, un equipo de investigadores dirigido por el astrofísico Florian Peissker, de la Universidad de Colonia (Alemania) ha dado una explicación a este fenómeno tras realizar una revisión detallada de 14 años de observaciones del VLT. Según su análisis, G2 debería ocultar tres estrellas, con una antigüedad de alrededor de un millón de años, una edad tan joven que haría que aún estén rodeadas del material de la nube en la que se formaron.

“Los nuevos resultados proporcionan una visión única del funcionamiento de los agujeros negros”, afirmó Peissker. “Podemos utilizar el entorno de SgrA* como modelo para aprender más sobre la evolución y los procesos de otras galaxias en rincones completamente diferentes de nuestro universo”, concluyó de acuerdo a RT.