Pekín vigilará cada aspecto de la vida de sus Ciudadanos
Avanza el plan para que China juzgue a sus ciudadanos en función de su comportamiento social: a finales de 2020, Pekín planea implementar ese sistema de créditos en todos sus residentes permanentes, informa la agencia ‘Xinhua’.
Un plan recién publicado por la Comisión Municipal de Desarrollo y Reforma de la capital china indica que ese método de puntuación afectará a diferentes ámbitos, desde el acceso al mercado hasta los servicios públicos, los viajes, las búsquedas de empleo y la capacidad para iniciar negocios.
“La ciudad mejorará su sistema de listas negras y publicará los registros de incumplimiento de individuos y empresas con regularidad para penalizar ese comportamiento”, aparece en ese documento. El plan también alienta a los organismos gubernamentales pekineses a compartir información crediticia entre sí para realizar acciones coordinadas.
China empezó a desarrollar este plan de créditos sociales a partir de 2014 y espera que esté completamente implementado en todo su territorio para 2020, aunque no queda claro si cumplirá ese objetivo ni cómo será su versión final y completa.
Por ejemplo, la ciudad de Hangzhou ya dispone de una versión experimental que ‘recompensa’ actitudes como el trabajo voluntario y las donaciones de sangre y ‘castigan’ violaciones de las leyes, como las infracciones de tráfico o los pagos extraoficiales, detalla ‘Bloomberg’.
Los ciudadanos que tengan mejor puntuación gracias a sus actos y reputación social y económica obtendrán ciertos beneficios. Así, tendrán más facilidad para acceder a préstamos y prioridad a la hora de realizar trámites burocráticos, entre otras ventajas.
Por su parte, las personas que tengan menos créditos sufrirán dificultades y restricciones, como:
-Comprar billetes para cierto tipo de transporte.
-Exclusión de sus hijos en escuelas privadas.
-Imposibilidad de trabajar en organismos públicos u ocupar puestos directivos en ciertos sectores.
-Tener más problemas para obtener préstamos o visados.
-No poder acceder a servicios de lujo, como hoteles caros o viajar en ‘business’.
Las autoridades chinas defienden que esta iniciativa mejorará el ambiente de negocios, el desarrollo de su país y el comportamiento ético de sus ciudadanos, pero el proyecto ha sido criticado por ser “una herramienta orwelliana de vigilancia masiva”.
Las consecuencias negativas de un método similar ya aparecieron en el episodio ‘Nosedive’ —’Caída en picado’, en español— de la serie británica de ciencia ficción ‘Black Mirror’.
Mientras tanto, ya se conocen sus primeros resultados. En marzo, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China reportó que a más de nueve millones de ciudadanos les prohibieron comprar billetes de avión y otros tres millones no pudieron adquirir billetes de tren en primera clase debido a sus bajas calificaciones de crédito social.