ONGs e Indígenas advierten sobre la Manipulación del Clima

Movimientos indígenas, campesinos y organizaciones ambientalistas de los cinco continentes han publicado un manifiesto con el que pretenden alertar sobre los riesgos de la llamada geoingeniería climática.

El documento, titulado ‘No manipulen la Madre Tierra’, que fue suscrito por 23 organizaciones internacionales, 6 premios Right Livelihood​ –conocido como el Nobel Alternativo– y 87 organizaciones nacionales de todo el planeta, considera urgente detener la experimentación con el clima.

El texto argumenta que esa tecnología constituye una “propuesta peligrosa, injusta e innecesaria”, ya que conlleva graves riesgos, entre ellos el empeoramiento del cambio climático.

Los firmantes aseguran que la geoingeniería climática “perpetúa la falsa creencia” de que el actual modelo de producción y consumo industrial “no puede ser cambiado” y, por lo tanto, se requiere el uso de la tecnología “para atenuar sus efectos”.

La geoingeniería sugiere la aplicación de una serie de tecnologías para intervenir deliberadamente y alterar los sistemas naturales a escala planetaria.

Hasta ahora, se conocen dos vertientes en fase de prueba.

La primera propone reducir la cantidad de luz solar que ingresa a la atmósfera para enfriar artificialmente el clima.

Mientras que la segunda intervención al clima apunta a los sistemas terrestres. La finalidad es absorber dióxido de carbono de la atmósfera, a gran escala, y enterrarlo en el subsuelo, en los océanos o en grandes plantaciones de monocultivos de árboles.

 

 

Los defensores de la geoingeniería sostienen que, empleando tecnologías, es posible compensar los efectos del cambio climático.

Ken Caldeira, experto de la Universidad de Stanford (EEUU), aseguró a EFE que “el clima cambiará y, aunque no podamos parar todo el cambio climático, sí podremos reducirlo”. Pero las herramientas ameritan “un buen manejo” basado en la ética.

Según los activistas, el concepto de la geoingeniería viene siendo promovido por un pequeño número de gobiernos, corporaciones y científicos de los países más poderosos y más contaminantes.

No obstante, añaden, la geoingeniería no es más que “intervenciones tecnológicas a gran escala”, que todavía no superan el plano teórico, y que podrían tener impactos “devastadores” en el ambiente, los ecosistemas y las comunidades en muchas partes del mundo.