NASA retomará Búsqueda de Civilizaciones Extraterrestres
Un taller llevado a cabo por la NASA entre el 26 y el 28 de septiembre en la ciudad de Houston, en Texas, ha marcado el reinicio de la búsqueda de civilizaciones remotas por la agencia espacial. La luz verde a esta clase de actividades la dio el Congreso de EE.UU. hace varios meses, afirma un artículo del sitio web Universe Today.
El enfoque actual promete ser muy diferente de como era a finales del siglo pasado, cuando el programa de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (conocido por su acrónimo en inglés como SETI) fue también incumbencia de la NASA. Ahora lo que se plantea la agencia espacial estadounidense es identificar ‘tecnosignaturas’, es decir, las huellas o los efectos del uso de tecnología en las galaxias.
“El ejemplo más obvio pueden ser las ondas de radio, pero algunos expertos descartan incluso eso”, destaca el autor del artículo, Evan Gough, “puesto que el universo está plagado de ondas de radio producidas por fuentes naturales”.
Los expertos dan por fallida la misión SETI, que esperaba que las civilizaciones alienígenas enviaran a la Tierra alguna señal deliberada. En cambio, la nueva búsqueda tratará de interceptar las señales no intencionales capaces de proporcionar pruebas de la existencia de una civilización tecnológica.
Esta clase de signaturas pueden consistir en emisiones láser, indicaciones de megaestructuras masivas al estilo de las Esferas de Dyson o —algo menos esperanzador— en atmósferas altamente contaminadas. En el taller también se habló de detectar ciudades grandes en otros planetas por medio de sus emisiones de calor o de los satélites artificiales que puedan orbitar alrededor de esos planetas.
En todos esos casos es poco probable que las huellas de existencia de vida bien organizada se encuentren con facilidad. Su búsqueda exige métodos de detección avanzados que permitirían determinar si el elemento detectado confirma efectivamente el hallazgo.
Esta era la razón principal para convocar este taller. Los ponentes arrojaron luz sobre los métodos más prometedores de investigación en este sentido y qué inversiones podrían propulsar la detección.
Uno de los principales objetivos del taller era entender cómo puede la NASA seguir investigando con el apoyo de socios tanto del sector privado como de organizaciones filantrópicas.
El ya mencionado programa SETI es precisamente un ejemplo de esa simbiosis. Funcionó como un programa de la NASA hasta el año 1993, cuando el Congreso cambió su estatus. Desde entonces, otras organizaciones y patrocinadores como Paul Allen, el cofundador de Microsoft, se hicieron cargo de mantener el SETI.
Ahora la agencia espacial vuelve a buscar civilizaciones y este trabajo se basará en todos los conocimientos acumulados gracias al telescopio espacial Kepler y otras misiones llevadas a cabo en los últimos años.