De acuerdo con Paul Spudis, un experto en geología lunar que ha estudiado las imágenes del satélite LRO, los cráteres del polo sur lunar son tan profundos que nunca reciben la luz del sol, lo que los convierte en trampas frías donde se podría conservar el agua helada. El agua es un recurso vital para la vida y para futuras misiones humanas.

Spudis cree que el agua lunar podría albergar microorganismos que se adaptaron a las condiciones extremas de la Luna. Estos seres podrían ser similares a los que se encuentran en la Tierra en lugares como la Antártida o el fondo del mar. Para comprobar su hipótesis, Spudis propone enviar una misión robótica al polo sur lunar que pueda perforar el hielo y analizar las muestras. También sugiere construir una base lunar que aproveche el agua como fuente de energía y oxígeno.

También, Prabal Saxena, científico planetario del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, sostiene que existe la posibilidad de que haya vida microbiana en entornos tan hostiles como los de la Luna. “Una de las cosas más sorprendentes que ha descubierto nuestro equipo es que, dadas las recientes investigaciones sobre los rangos en los que puede sobrevivir cierta vida microbiana, puede haber nichos potencialmente habitables para esa vida en zonas relativamente protegidas de algunos cuerpos sin aire”DW