La Fuerza Aérea de EE.UU. ha adquirido cuatro perros robot semiautónomos que utilizará para vigilar su base ‘Tyndall’, en el estado de Florida, según se aprecia en un vídeo publicado este miércoles en la página oficial de Facebook de la instalación militar, que ha emitido un comunicado presentando a estos nuevos guardianes.

En la grabación se ve cómo los soldados mueven a los ‘caninos’ mediante un mando de control a distancia. “Estos vehículos terrestres no tripulados son ultraduraderos, resistentes a la intemperie y autónomos”, reza el vídeo, que subraya que su misión principal es “vigilar y patrullar en lugares estratégicos”. En las imágenes se aprecia cómo estos robot cuadrúpedos son capaces de agacharse y de correr. La base asegura que “si bien estos robots caminan a cuatro patas y se parecen a un perro, no están destinados a reemplazar a los perros militares”, que gracias a esta adquisición podrán ahora descansar por la noche y centrar su atención en otro tipo de tareas.

“Estos perros robot se utilizarán como un multiplicador de fuerza para mejorar el conocimiento de la situación en el patrullaje de áreas que no son deseables para los humanos y los vehículos”, explicó Jordan Criss, comandante del 325°. escuadrón de las Fuerzas de Seguridad. “Somos la primera unidad dentro del Departamento de Defensa en utilizar esta tecnología para mejorar las operaciones de patrullaje de seguridad”, reportó ‘The Defense Post’.

Se espera que estos vehículos, fabricados por Ghost Robotics, patrullen de manera regular por el territorio de la base con una ruta establecida, pudiendo los soldados intervenir en todo momento y “conducirlos” con un casco de realidad virtual cuando sea necesario ver qué han encontrado. “Estos perros serán un par de ojos y oídos extra mientras computan grandes cantidades de datos en ubicaciones estratégicas”, concluyó Criss. Las imágenes recuerdan al perro robot desarrollado por Boston Dynamics, concretamente a su modelo ‘Spot’, que ya está siendo probado por la Policía de Massachusetts. De hecho, las autoridades de Singapur ya lo utilizan para informar a sus habitantes de que hay que mantener una distancia de dos metros como mínimo para evitar contagiarse de coronavirus.