Las amenazas que enfrentarán los primeros humanos en Marte

La exposición a la radiación es uno de los principales riesgos para la salud de los astronautas que algún día viajen a Marte, pero el planeta rojo plantea muchos otros peligros para el ser humano, según Pascal Lee, científico planetario del Centro de Investigación Ames de la NASA y del SETI (Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre).

-La amenaza más inmediata para la salud humana en Marte sería la baja presión existente en el planeta debida a la poca densidad de su atmósfera, cien veces más fina que la de la Tierra.
“Si estuviera sin protección en Marte, su sangre empezaría a hervir, incluso a temperatura ambiente”, explicó el científico en la conferencia Humans to Mars Summit que se celebra esta semana en Washington, informa el portal Space.com.

La baja presión atmosférica mataría a un explorador de Marte no protegido más rápidamente que cualquier otro peligro. Según Lee, los otros cuatro motivos que provocarían inevitablemente la muerte de los humanos en el planeta rojo son, por orden de importancia, los siguientes:

-La atmósfera de dióxido de carbono
La atmósfera de la Tierra está compuesta de un 78% de nitrógeno y un 21% de oxígeno, con trazas de vapor de agua, dióxido de carbono y otros gases. En cambio, la de Marte contiene un 95% de dióxido de carbono.
“No se puede respirar ese gas. Moriríamos de hipoxia en cuestión de minutos”, señaló Lee.

-Las bajas temperaturas
Durante un día de verano en Marte, la temperatura en su ecuador puede llegar hasta los 21 grados, pero las temperaturas nocturnas son gélidamente mortales: menos de 62 grados bajo cero.

-El polvo
Marte está cubierto de un polvo tóxico compuesto de un grano fino y abrasivo muy nocivo para los pulmones, explicó Lee: “Si se expusiera al polvo de Marte, podría morir en el transcurso de pocas semanas”.

-La radiación
La falta de un campo magnético global en Marte, junto con su delgada atmósfera, permite la llegada a la superficie del planeta de tal cantidad de rayos cósmicos de alta energía y de partículas solares que provocarían la muerte en pocos meses.