Lanzarán el primer satélite espía español

Tras varios retrasos, para este 22 de febrero está programado el despegue de un cohete Falcon 9 de la empresa estadounidense Space X, que colocará en la baja órbita terrestre el primer satélite espía español, llamado Paz.

El lanzamiento tendrá lugar en una zona especial de la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg (California, Estados Unidos) y está previsto que el satélite se despliegue alrededor de 11 minutos después del despegue, mientras que su misión durará cinco años y medio.

Paz es un satélite artificial con un radar de apertura sintética que forma parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), creado por los ministerios de Defensa e Industria, Comercio y Turismo de España en 2007.

La empresa propietaria y operadora del aparato es Hisdesat, mientras que el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial de España (Inta) se ocupará de su segmento terrestre desde los centros de Torrejón de Ardoz (Madrid) y Maspalomas (Islas Canarias).

Ese dispositivo de uso militar, científico y civil funcionará en todo momento y tomará imágenes en cualquier condición meteorológica. Cada día cubrirá un área de 300.000 kilómetros cuadrados y enviará más de 100 instantáneas de hasta un metro de resolución.

‘Hisdesat’ precisa que Paz realizará una amplia gama de tareas, desde la vigilancia de la superficie de la Tierra hasta el registro de cartografía de alta resolución, pasando por controles fronterizos, de navegación marítima y medioambientales u operaciones de Inteligencia y militares.

Este lanzamiento también ha llamado la atención por una carga secundaria que portará el Falcon 9 y Space X no ha comentado de manera oficial, aunque sí aparece en los documentos que la empresa presentó a la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. a principios de este mes: los satélites experimentales no geoestacionarios Microsat-2a y Microsat-2b.

El portal Wired explica que serán los primeros dos satélites de prueba de banda ancha de la compañía de Elon Musk y asentarán las bases para la red Starlink, que contará con 12.000 dispositivos para proporcionar conexión a Internet barata desde el espacio a la que se podrá acceder desde cualquier punto de la Tierra.