La Vía Láctea podría tener diez mil agujeros negros en su interior

Un equipo de astrofísicos liderado por científicos de la Universidad de Columbia (EE.UU.) ha descubierto 12 agujeros negros en torno a Sagitario A*, que a su vez constituye un agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea.

El hallazgo representa el primer argumento sólido a favor de la teoría de que los agujeros negros supermasivos, situados en el centro de galaxias grandes, están rodeados de miles de otros agujeros negros. Esta teoría llevaba más de dos décadas en espera de evidencias que la apoyasen, hasta la publicación de un nuevo estudio en la revista ‘Nature’, este miércoles.

En ese marco, los científicos observaron las binarias de rayos X de baja masa, formadas por agujeros negros. Tras analizar las propiedades y distribución espacial de los 12 agujeros negros binarios que encontraron a una distancia de tres años luz de Sagitario A*, llegaron a la conclusión de que en las inmediaciones de este último debe de haber entre 300 y 500 agujeros negros binarios de baja masa y alrededor de 10.000 agujeros negros aislados.

“En toda la galaxia, que es de 100.000 años luz de ancho, hay unas cinco docenas de agujeros negros conocidos y se supone que hay entre 10.000 y 20.000 de esas cosas en una región que mide solo seis años luz y que nadie ha podido encontrar”, comentó el autor principal del estudio, Chuck Hailey, codirector del Laboratorio de Astrofísica de la Universidad de Columbia.

El científico explicó que es difícil encontrar agujeros negros aislados, ya que “no hacen nada”, pero cuando se acoplan a estrellas de baja masa, la ‘pareja’ emite rayos X que son posibles de detectar.

“Si pudiéramos encontrar los agujeros negros acoplados a estrellas de baja masa y conocer qué fracción de ellos se acoplará a esas estrellas, podríamos inferir de manera científica cuál es la población de agujeros negros aislados ahí fuera”, señaló.

Hailey sostiene que el hallazgo de su equipo “confirma una teoría importante, y las implicaciones son muchas”. El astrofísico opina que su descubrimiento traerá avances considerables para la investigación de ondas gravitacionales, “porque conocer el número de agujeros negros en el centro de una galaxia típica puede ayudar a predecir mejor cuántos eventos gravitacionales pueden estar asociados con ellos”.