LA TIERRA TIENE MÁS LUNAS
Las minilunas no son satélites únicos de la Tierra, como la Luna, pero pueden ser muy útiles para estudiar el origen del sistema solar sin viajar hasta lejanos asteroides. Es cierto que en la Tierra hay solo una Luna, pero minilunas tenemos unas cuantas. Estos son pequeños cuerpos cósmicos, bastante cercanos a la Tierra, cuya órbita está influenciada tanto por ella como por otros componentes del sistema solar. Lo mejor de estas minilunas es que se encuentran bastante cerca de la Tierra. Por eso, enviar una misión hasta allí sería mucho más sencillo que lanzarla hasta esos asteroides que ya están estudiando algunas sondas. Aunque el origen de las minilunas no está del todo claro, se cree que pueden tener su origen en el famoso cinturón de asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter. Se considera que este cinturón formó parte en su día de la nebulosa protosolar, que supuestamente dio origen al sistema solar. Por lo tanto, no es necesario recurrir a asteroides lejanos para saber cómo nació nuestro sistema planetario. Tenemos las pistas necesarias mucho más cerca de nuestro planeta. Las minilunas, probablemente, conservan también materiales del origen del sistema solar. Exactamente igual que esos asteroides tan lejanos. Pero su ventaja es que están mucho más cerca. Según ha explicado en una entrevista para Live Science el astrónomo del MIT Richard Binzel, las minilunas, desde su origen, han sido rebotadas y arrastradas por los distintos componentes del sistema solar, como si de un pinball se tratase. Eso podría darnos aún más información sobre cómo ha ido evolucionando nuestro sistema planetario.Es cierto que no podemos comparar estas minilunas con nuestro satélite principal. Pero tienen muchas historias que contarnos. Vale la pena que al menos conozcamos su existencia, menciono el astrónomo.