La OTAN y Rusia se preparan para la Guerra
La OTAN está fortaleciendo su presencia cerca de las fronteras rusas y promoviendo medidas que le permitirán desplazar sin obstáculos sus tropas en Europa. “Son preparativos de guerra”, afirma el experto en relaciones internacionales, Peter Korzun, en un reciente artículo en el sitio web del Centro de Estudios sobre la Globalización de Montreal.
A su juicio, la alianza atlántica justifica estas acciones acusando a Rusia de tener intenciones agresivas, para lo que usa cualquier pretexto, recuerda Korzun. Los medios occidentales hacen su trabajo repitiendo la supuesta “agresión rusa”.
La alianza atlántica aspira “acabar con las restricciones de viaje a los movimientos de tropas de las fuerzas y equipos de la OTAN en toda Europa”, explica el autor. En sus palabras, una especie de “espacio Schengen militar” en suelo continental. La posibilidad de que soldados y armas del bloque crucen las fronteras nacionales sin pedir permiso alguno “socavará la soberanía de los Estados miembros”, advierte Korzun.
El experto llama la atención sobre el hecho de que “la puesta en práctica de una zona Schengen de la OTAN se necesita para concentrar fuerzas en preparación para un ataque a través de las fronteras rusas”. En este sentido, Korzun recuerda que se está formando la Fuerza de Respuesta de la OTAN, que contará con unos 40.000 efectivos y se desplegará cerca de las fronteras con Rusia.
Korzun asevera que el despliegue de las tropas estadounidenses en Noruega, “un país que tiene 200 kilómetros de frontera común con Rusia, (…) cumpliría un deseo de Estados Unidos de larga duración”.
Según el analista, “la única razón” para el despliegue de más de 300 efectivos de la Infantería de Marina estadounidense en Noruega es “preparar un ataque contra Rusia”. “No son las tropas rusas las que se despliegan cerca de las fronteras de EE.UU., sino son los estadounidenses quienes se despliegan en las proximidades de las fronteras rusas”, recuerda Korzun.
El experto en relaciones internacionales precisa que las acciones hostiles de la alianza atlántica “reducen considerablemente la seguridad europea y las posibilidades de restaurar el diálogo entre la OTAN y Moscú”. Korzun concluye que “el bloque hace todo lo posible para provocar una carrera armamentística que puede traer consecuencias imprevistas”. Ello es contrario al diálogo, “a que Rusia ha llamado durante muchos años”.