LA NUEVA HISTORIA HUMANA GRACIAS AL ADN

La evidencia de ADN mostró que el Homo sapiens se apareó con grupos, incluidos neandertales y denisovanos. Incluso reveló evidencia de otras “poblaciones fantasmas”, grupos que forman parte de nuestro código genético, pero cuyos fósiles aún no hemos hallado.El ADN ha revelado que hubo otras interacciones, las cuales modificaron quiénes somos en la actualidad. Cuando los científicos aplicaron técnicas de ADN a un hueso de un dedo meñique y a algunos molares enormes encontrados en una cueva en Siberia, hallaron genes que no coincidían con nada que se hubiera visto anteriormente, dijo Bence Viola, antropólogo de la Universidad de Toronto que formó parte del equipo investigador que hizo el descubrimiento. Era una nueva especie de homínido, ahora conocido como denisovano: los primeros primos de los seres humanos identificados sólo a partir de su ADN. Armados con estos genomas de los neandertales y los denisovanos, los científicos podían compararlos con personas actuales y buscar trozos de ADN que coincidieran. Cuando los hallaron, encontraron indicios claros de una mezcla.

Es difícil precisar exactamente cuándo y dónde ocurrieron estas interacciones. Aparentemente nuestros ancestros se mezclaron con los neandertales poco después de salir de África y dirigirse hacia Europa. Probablemente se toparon con los denisovanos en partes del este y el sureste de Asia. “Ellos no tenían un mapa, no sabían hacia dónde se dirigían”, dijo Potts, del Smithsonian. “Pero al ascender la próxima colina y llegar al siguiente valle, se encontraron a poblaciones de personas que se veían un poco distintas a ellos, pero se aparearon, intercambiaron genes”. Así, a pesar de que los neandertales sí se veían diferentes del Homo sapiens —desde su nariz de mayor tamaño hasta sus miembros más cortos—, ello era insuficiente para crear un “muro” entre los grupos, señaló Shea. “Probablemente pensaron: ‘Oh, estas personas se ven un poco distintas'”, agregó. “‘El color de su piel es un poco diferente. Sus rostros se ven un poco distintos. Pero son buenas gentes, vamos a tratar de hablar con ellas'”. Los nuevos hallazgos han trastocado completamente la idea de que las creaturas más antiguas, más parecidas a los simios, empezaron a caminar más erguidas y volviéndose más complejas hasta que alcanzaron su forma plena en el Homo sapiens, señaló Young. A medida que la tecnología para el manejo del ADN continúa avanzando, podremos ir aún más hacia el pasado y obtener genomas antiguos de más partes del mundo, añadiendo más pinceladas a nuestra imagen de la historia humana. Porque, a pesar de que fuimos los únicos que sobrevivimos, los otros grupos extintos desempeñaron un papel crucial en nuestra historia, y en nuestro presente. Forman parte de una humanidad común que conecta a cada persona, dijo Mary Prendergast, arqueóloga de la Universidad Rice.