En un hecho que parecería de una obra de ciencia ficción, La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio – LA NASA- logró detectar señales la sonda Voyager 2, lanzada al espacio, el 20 de agosto de 1977. Un hecho que confirma que el dispositivo aún funciona. La NASA, informó que la sonda dejó de recibir los comandos que envían los científicos de la Tierra, así como de enviar datos, debido a que se había perdido contacto con el dispositivo por error. Esto después de que los controladores de vuelo le mandaran instrucciones equivocadas, provocando que se cortara la comunicación. Sin embargo, la antena de la Red del Espacio Profundo (DSN por sus siglas en inglés) logró captar una señal de la Voyager 2 durante su exploración regular del cielo el pasado 21 de julio. Desafortunadamente cuando los científicos enviaron una serie de comandos planificados a la nave espacial que explora el espacio la señal se perdió de nuevo. Sin embargo, estas instrucciones incorrectas provocaron que su antena se inclinara para apuntar a dos grados de la Tierra. A raíz de ello, se interrumpió la comunicación entre la Voyager 2. La sonda fue enviada a las profundidades del espacio, para realizar estudios de cerca de Júpiter y Saturno. Fue construida para durar cinco años. Sin embargo, ha viajado mucho más allá de sus tiempos estimados, al igual que su sonda gemela, la Voyager 1. Mientras la nave espacial volaba a través del sistema solar, se utilizó la reprogramación del control remoto para dotar a las Voyagers de mayores capacidades que las que poseían cuando abandonaron la Tierra. Su misión de dos planetas se convirtió en una misión de cuatro planetas. Su vida útil de cinco años se ha extendido a 41 años, lo que convierte a la Voyager 2 en la misión de mayor duración de la NASA.