La importancia del Pescado en la Alimentación Infantil

El integrar el pescado en la dieta de los niños es muy importante. Ya que es una buena fuente de nutrientes. Contiene proteínas de alto valor, minerales (yodo, calcio, fósforo y magnesio), vitaminas (A, D y del grupo B), y, sobre todo, un tipo de grasas muy sanas, llamadas ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPICL) de la serie omega-3, informa el portal ‘Familia y Salud’.

Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 actúan en la formación de la retina, el cerebro y el sistema nervioso durante el desarrollo del feto y del niño. Tienen efectos favorables sobre la coagulación, el perfil de las grasas de la sangre, la tensión arterial y la inflamación. Todo ello disminuye las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos del adulto.

El pescado y sus aceites sobre todo. También las nueces y la leche, sobre todo la que se enriquece de forma artificial. Así es en la mayor parte de fórmulas para lactantes y “de crecimiento”, y en algunas leches para el adulto. Por otra parte, los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga de otro tipo, los omega-6, están presentes, sobre todo, en algunos aceites vegetales: soja, maíz, girasol.

Las grasas de la carne son casi todas saturadas, por lo que son menos sanas que las del pescado. Los peces grasos aportan vitamina D, la carne no y es de más fácil digestión. Además, tiene muchas proteínas de alto valor biológico (con todos los aminoácidos esenciales y en la tasa adecuada), aunque algo menos que las carnes. Se puede introducir a partir del 6º mes, como el resto de la alimentación complementaria. Pese a ello, en nuestro país, más por costumbre que por una razón científica, que no la hay, se suele hacer de otra forma. El pescado blanco después de la carne, sobre los 8-9 meses de edad, y el pescado azul a partir de los 15-18 meses de edad.