La Casa Blanca anuncia el principal peligro para la Tierra
De acuerdo con el principal asesor científico de la Casa Blanca, John Holdren, el mundo sigue siendo vulnerable al potencial choque de un asteroide con consecuencias catastróficas pese al conocimiento del espacio y a los avances tecnológicos de los que disponemos actualmente, informa el portal Space.
En sus declaraciones de este miércoles en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Holdren afirmó que la agencia espacial ha hecho un progreso bastante sustancial en la búsqueda de asteroides que representan una amenaza para la Tierra, pero ha señalado que “no estamos completamente preparados”.
Como ejemplo, el científico mencionó la caída del meteorito de Tunguska, en Siberia, Rusia, en el año 1908, y el que más recientemente (en febrero de 2013) cayó en la región de Cheliábinsk, también en Rusia, como razones para considerar que los cuerpos llegados del espacio son un problema del que preocuparse. Y aunque señaló que estos eventos suelen ocurrir una vez cada 100 o 1.000 años, dependiendo del tamaño del cuerpo estelar, hay que tomar medidas. “Esto fue un peligro hace 65 millones de años. Los dinosaurios sucumbieron a él. Tenemos que ser más listos que los dinosaurios”, agregó.
A finales del 2021 la NASA pretende poner en órbita un sonda robótica como parte del proyecto Asteroid Redirect Mission (o Misión de Redirección de Asteroides) que busca extraer un fragmento de roca de un asteroide (posiblemente del 2008 EV5) para colocarlo en la órbita de la Luna y poder explorarlo. Con ello se quiere aprender más sobre la naturaleza de los asteroides de cara a futuras expediciones tripuladas al espacio profundo y a Marte y desarrollar una estrategia para desviarlos en caso de ser necesario. Algunas de las estrategias para lograrlo se valdrían de la propia fuerza de gravedad de los meteoritos, o consistirían en impactos con naves e incluso con cabeza nucleares.
Los científicos aseguran que solo aquellas rocas con un tamaño igual o superior a un kilómetro podrían ser consideradas realmente peligrosas y, pese a que la NASA estima que ha encontrado más del 90% de las más grandes, la agencia afirma que ninguna podría chocar contra nuestro planeta. Sin embargo, la trayectoria y órbita de los asteroides podría estar sujeta a cambios repentinos difíciles de predecir.