La avalancha del Tíbet sigue siendo un misterio
El pasado 17 de julio una enorme avalancha de hielo, rocas y nieve causó en el Tíbet la muerte de nueve personas y de cientos de animales. Sin embargo, las causas que provocaron uno de los mayores aludes registrados en la zona sigue siendo una incógnita.
Las fotografías tomadas por satélite, captadas antes y después de la avalancha que cubrió 45 kilómetros cuadrados, muestran signos de cambio, pero éstos no explican la violencia de la catástrofe.
Esta imagen tomada el 24 de junio de este año por el satélite Operational Land Imager mostraba antes de la avalancha signos de cambio que indicarían el surgimiento de un nuevo glaciar, solo que estos fenómenos ocurren normalmente a un ritmo muy lento en vez de colapsar violenta y repentinamente, explica el glaciólogo de la Universidad de Oslo, Andreas Kääb, para el portal Earth Observatory de la NASA.
La inspección y comparación con la fotografía tomada el pasado 21 de julio, después del alud, por el satélite Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea, hace pensar al glaciólogo de la Universidad de Arizona, Jeffrey Kargel, que debe tratarse de “un flujo de masa de alta energía”, donde posiblemente “el agua líquida de lubricación en la base tuvo cierta influencia”.
Sin embargo, las causas de esta avalancha que desconcierta a los expertos, siguen siendo una incógnita.