Hallan inéditos restos Craneales del Hombre de Denísova
Científicos han identificado por primera vez fragmentos del cráneo del hombre de Denísova, homínidos extinguidos que habitaban territorios de Asia, donde fueron coetáneos de los neandertales y los hombres modernos, informa Sapiens. Al igual que otros pocos fragmentos hallados de esta misteriosa especie humana, como los molares y falanges de los dedos, la parte del cráneo fue hallada en la cueva de Denísova, en la región rusa de Altái, sur de Siberia.
Se trata de dos fragmentos de la parte trasera izquierda del hueso parietal. Los dos se conectan y miden juntos alrededor de 8 centímetros por 5. El análisis ADN determinó que pertenecieron a un denisovano, aunque dada su antigüedad no se pudo realizar una datación por radiocarbono para determinar con más precisión su edad.
Los fragmentos tampoco son lo suficientemente grandes como para poder compararlos con otros posibles cráneos del homínido de Denísova sin información genética que respalde las conclusiones.
El paleoantropólogo Bence Viola, de la Universidad de Toronto (Canadá), estudió el hallazgo con sus colegas y a finales de marzo hablará sobre los detalles del descubrimiento, que aún no ha sido publicado por ninguna revista científica, en una reunión de la Asociación Americana de Antropólogos Físicos en Cleveland (Ohio, EE.UU.).
“No es un cráneo entero, pero es un pedazo de cráneo. Nos da más. En comparación con el dedo y los dientes, es bueno tenerlo”, comentó Viola, agregando entre risas que los paleoantropólogos siempre son “codiciosos” y quieren más.
Los primeros rastros de la presencia de denisovanos en la cueva siberiana datan de hace 287.000 años, mientras los últimos tienen 55.000 años de antigüedad. En la misma cueva también encontraron rastros de los neandertales, que aparecieron allí hace 193.000 años y abandonaron el lugar hace unos 80.000 años. Se estima que los hombres de Denísova se mezclaron tanto con los neandertales como con los Homo sapiens.
Los investigadores creen que estos homínidos vagaban por distintas zonas de Asia, aunque debido al escaso material encontrado no se ha podido realizar un análisis genético, ni hacer una reconstrucción del aspecto de los denisovanos.