Continúan los reportes de extrañas entidades, que tienen atemorizados a los pobladores del distrito de Alto Nanay, en Loreto, Perú. Una remota región de la nación sudamericana, que desde el 11 de julio del 2023, se ha convertido en escenario de múltiples encuentros con presuntos seres, que los testigos identifican como de origen extraterrestre. Lo más inquietante de este caso, es que de acuerdo a decenas de pobladores de la zona, la presencia de estas entidades, estaría relacionada con una serie de ataques en donde incluso, se han reportado personas heridas. El jefe de la comunidad indígena “Ikitu”, el señor Jairo Reátegui Ávila, quien tuvo un encuentro con uno de estos seres, confirmó a medios de comunicación, que nunca se habían encontrado algo así e instaron a las autoridades a apoyarlos, ya que en sus propias palabras, no existe duda del origen extraterrestre de estos seres; los cuales, señalo, pueden levitar y desaparecer. En este entorno, ha surgido una evidencia, que podría confirmar que realmente, algo extraño, y que no es humano, estaría rondando la zona. La noche del miércoles 9 de agosto, un habitante de la localidad de Iquitos, quien se identificó en redes sociales solamente como Alfredo, relató que esa noche, observó que el interior de su domicilio, se iluminaba de manera muy intensa. La luz provenía del patio, y entraba a través de su ventana. En un principio, pensó que se trataba de alguna persona que sostenía una linterna. Sin embargo, al salir a inspeccionar, para su sorpresa, se encontró con una entidad, que emitía una fuerte luz desde el interior de su cuerpo. El brillo era tan fuerte, que todo el entorno se iluminaba; tal y como se observa en los árboles y la superficie donde se situó la entidad, a la cual fotografió. Alfredo comentó, que el ser al percatarse de su presencia se apagó y se movió rápidamente hacia la zona del bosque. Sin duda, una evidencia extraordinaria, que se suma a los misteriosos hechos, relatados por los testigos. Algunas versiones de los medios y de autoridades, insisten en señalar, que se trata de mineros ilegales disfrazados, que pretenden desplazar a los pobladores de sus propiedades. Versión difícil de aceptar ante las contundentes evidencias que revelan que en realidad, algo muy extraño, y que no es humano, está merodeando la zona.  Un caso que merece mayor atención, por las enormes implicaciones que representa, y por la salvaguarda de los testigos, quienes aseguran, que esto, no es de la Tierra.