EXTRAORDINARIA IMAGEN DEL JAMES WEBB DE UNA SUPERNOVA
Sin duda, que el telescopio espacial: James Webb, no deja de sorprendernos, y nos está mostrando una imagen muy diferente de los que suponíamos era el cosmos. El dispositivo capturó una impresionante y detallada imagen de la supernova SN 1987A, que se encuentra a unos 168.000 años luz de distancia en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea. En la imagen se aprecian varias estructuras que nos cuentan la historia de esta estrella moribunda, todo desde la perspectiva de la cámara NIRCam (Near-Infrared Camera) de Webb, que es capaz de registrar fotografías en longitudes de onda indetectables para el ojo humano. En su centro, se observa una forma ovalada que recuerda a un ojo o a una cerradura. Se trata del remanente compacto de la estrella original, que podría ser una estrella de neutrones o un agujero negro. A su alrededor, hay un anillo ecuatorial formado por material expulsado por la estrella decenas de miles de años antes de la explosión. Este anillo contiene puntos brillantes que se formaron cuando la onda de choque de la supernova lo golpeó. Más allá del anillo ecuatorial, hay dos anillos polares que también son restos de material eyectado por la estrella. Estos anillos están iluminados por las ondas de choque que se expanden desde el centro. Lo más sorprendente es que el Webb reveló unas pequeñas estructuras en forma de medialuna que no se habían visto antes con otros telescopios, tales como el Hubble y Spitzer de la NASA por el observatorio de rayos X Chandra. Se cree que estas medias lunas son parte de las capas exteriores de gas disparadas por la explosión. La imagen del Webb nos muestra cómo una supernova puede transformar el entorno que la rodea, al crear complejas y bellas formas con el gas y el polvo cósmico. Además, nos ayuda a entender mejor cómo se desarrolla una supernova y qué tipo de objetos quedan después de su muerte.
La supernova SN 1987A es un laboratorio natural para estudiar la física y la química del universo. Con el telescopio Webb, la NASA podrá observar este fenómeno durante los próximos años y descubrir nuevos secretos sobre las estrellas y su destino final.