El Lichi es ideal para combatir la Descalcificación en Niños y Ancianos

Tras una cáscara rugosa se esconde una pulpa jugosa, parecida a la uva, y de un sabor entre dulce y ácido que satisface muchos paladares. El lichi o litchi es una fruta tropical que la organización 5alDía reconoce como una “excelente fuente de azúcar, proteínas, fibra, vitaminas B1, B2 y C, calcio, potasio, fósforo y magnesio. Constituye un alimento ideal para los niños en periodo de crecimiento y para las personas mayores que sufren descalcificación”, afirma ‘La Vanguardia’.

Su aportación de vitamina C, sin ser tan elevada como la de los cítricos, convierte al lichi en un alimento ideal para quienes no toleran las frutas ácidas. Esta vitamina ayuda a la regeneración de los tejidos del cuerpo, además de permitir la absorción de hierro y frenar las infecciones.

El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. Mientras que el magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, los nervios y músculos, mejora la inmunidad y posee un efecto laxante.

Los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero es cuando podemos encontrar lichis frescos, la mejor forma de consumirlos. El resto del año se puede recurrir a las conservas, aunque entonces la presencia de almíbar aumenta su valor calórico y de azúcares de absorción rápida.