El Chile te puede ayudar a Perder Peso y reducir el Colesterol
El picante produce efectos en el organismo que van mucho más allá del sabor, aunque en realidad no es un sabor, ya que no lo captamos con el sentido del gusto, sino a través de receptores del dolor, llamados nociceptores. Los mismos que reaccionan al calor intenso o a las abrasiones. Y, a diferencia de los receptores del gusto, no se encuentran solo en la boca sino en muchas otras partes del cuerpo, como podrá atestiguar quien, horas después de haber comido un plato especialmente picante, se haya llevado un desagradable recordatorio al ir al excusado, informa ‘La Vanuardia’.
La culpable de estimular estos nociceptores, y por lo tanto del sabor picante de los chiles y guindillas, es una sustancia llamada capsaicina, que por lo general se encuentra en el tejido que rodea las semillas. La capsaicina puede provocar daños a algunas células defectuosas o cancerosas, explica Jesús Francisco Rodríguez Huertas, catedrático de Fisiología y director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, ya que interfiere con el funcionamiento de las mitocondrias, las minúsculas fábricas de energía que las propulsan, y las células deficientes son las más vulnerables. Los daños y la estimulación repetida de los receptores del dolor pueden provocar inflamación en las zonas que entran en contacto con la sustancia. Esta inflamación “no es más que un mecanismo de defensa, puesto que favorece el riego sanguíneo y la reparación de los tejidos”, afirma Rodríguez Huertas.
También promueve la pérdida de peso y reduce los niveles de colesterol y triacilglicéridos, explica Jesús Francisco Rodríguez Huertas, aunque los mecanismos todavía no están claros. Por eso, se comercializan píldoras con capsaicina concentrada para perder peso.
Paradójicamente, otro de los efectos de esta sustancia es la analgesia, el alivio del dolor. La exposición a capsaicina a bajas dosis induce una adaptación de los nervios que captan el dolor y estos se vuelven menos sensibles. Actualmente existen cremas con capsaicina para tratar los dolores asociados a la artritis.