El jefe del Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP, por sus siglas en inglés) del Pentágono, Luis Elizondo, indicó que hay autoridades que aseguran que los Objetos Voladores No Identificados (OVNI) vienen del infierno, debido a sus creencias religiosas basadas en el cristianismo fundamentalista. Elizondo, quien fue citado por el investigador estadounidense del fenómeno OVNI, Ron James, afirmó que no solo los altos mandos son quienes piensan que la presencia de los OVNIs se ve reflejada en un pasaje religioso, sino que hay un gran número de trabajadores del Pentágono que creen lo mismo, según información del Daily Star. Al respecto, Ron James profundizó en el tema de la relación OVNI con la Biblia y habló con el congresista estadounidense Tim Burchett, quien es un devoto cristiano. “Me senté y lo entrevisté. Su sensación era que si miras la Biblia y ves a Ezequiel construyendo la rueda, hay mucha gente que piensa que se trataba de una nave espacial”, citó el investigador. Agregó que los círculos políticos de Estados Unidos obstaculizan la investigación sobre OVNIs y la ciencia en general, indicó que tuvo una conversación con John Brandenburg, un investigador que ha trabajado mucho sobre Marte: “Y me dijo que había estado trabajando bajo la clasificación de físico durante mucho tiempo y dijo que hay un gran contingente que esa extrema religión fundamental está gobernando lo que somos en invertir nuestra energía y nuestro tiempo”, acotó James.

De tal manera que Ron James dio a conocer la opinión de Luis Elizondo quien afirmó que hay “un contingente muy grande de personas dentro del Pentágono que se oponen al trabajo del AATIP porque creen que los UAP reportados regularmente por las fuentes militares estadounidenses están pilotadas por criaturas del infierno”. En el último mes, la NASA anunció que los OVNIs no son de origen extraterrestre, y anunció que llevará a cabo un estudio independiente para comprender mejor cómo la agencia puede contribuir a los esfuerzos gubernamentales en curso para promover un análisis más profundo sobre eventos en el cielo que no pueden identificarse como globos, aviones o fenómenos naturales.