Descubren Necrópolis milenaria en Rusia
Los investigadores encontraron una parte previamente desconocida de la antigua ciudad griega de Quersoneso, que existió entre los siglos V a. de C. y XIV en el territorio de la actual Sebastópol (Crimea, Rusia), informa el ‘Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencia de Rusia’.
“Por primera vez investigamos una parte inexplorada de la ciudad antigua, que estaba detrás de las fortificaciones, detrás de la muralla de la ciudad, pero al mismo tiempo formaba parte de este gran asentamiento. Probablemente, aquí se establecieron, o se escondían, personas de estatus social no muy alto”, cita el comunicado al director del instituto, Nikolái Márkov. Las estructuras más antiguas halladas en el área, que se localiza en el noroeste de la torrentera de Quersoneso, datan de la época de Alejando Magno.
“A partir de la época helenística (siglos IV-III a. de C.) y hasta la época romana tardía (siglos III-IV), en ese terreno se realizaban entierros. […] Sin embargo, ya a inicios de la época bizantina (siglos V-VII) comienza a formarse, justo detrás de los muros de Quersoneso, un duradero vertedero, que gradualmente cubrió los antiguos entierros con una poderosa capa de hasta siete metros. Poco a poco, justo debajo de los muros del suroeste de Quersoneso se forma, en los siglos VIII-IX, un sitio con estructuras residenciales [talladas] en la roca, una especie de ‘ciudad de cuevas'”, cita la prensa local un comunicado de la fundación Mi Historia, que financió el reconocimiento. “Se identificaron tres complejos residenciales: dos habitaciones talladas en la roca y una [ubicada] en una gruta, donde para la vivienda se utilizó una pendiente natural”, detalla la organización.
Aparte de las estructuras, los investigadores encontraron varios objetos de los tiempos de la existencia de Quersoneso, entre ellos varias monedas bizantinas y locales, además de adornos griegos y eslavos y varios objetos de cerámica. La última vez que la zona fue investigada fue en 1908-1914, pero prácticamente todos los documentos de aquella expedición se perdieron.
“Anteriormente, sobre la base de excavaciones previas, solo sabíamos de la existencia de una necrópolis en este sitio, pero los arqueólogos no habían estado aquí desde hacía más de cien años. Los nuevos materiales arqueológicos nos permiten cambiar fundamentalmente nuestra comprensión de la topografía histórica del campo de Quersoneso”, indica Márkov. “Ahora el trabajo de investigación está en curso. El reconocimiento arqueológico aún no ha tocado el territorio más interesante en la parte sur del ‘talweg’ [la parte más profunda] de la torrentera de Quersoneso, y se puede predecir con seguridad que se harán muchos más descubrimientos nuevos e inesperados antes de que se complete”, afirma el director de las excavaciones, Oleg Sharov.