Descubren fósiles de la Edad de Hielo en México
Cuando se formó el puente de tierra que conecta América del Sur con América del Norte, y donde actualmente se encuentra Panamá, hace alrededor de 3 millones de años, el sur de México se encontraba en medio de un gran intercambio biótico de grandes animales de ambos continentes que cruzaban ese territorio en ambas direcciones. Sin embargo, los hallazgos de fósiles de animales de aquella época en Centroamérica y el sur de México han sido muy escasos.
Hoyo Negro
Un equipo de buceadores de cuevas ha estado ayudando a llenar esta brecha descubriendo restos de grandes animales que alguna vez recorrieron la península de Yucatán durante el final de la última Edad de Hielo (alrededor de hace 13.000 años), informa el portal Phys.org.
Los buceadores descendieron a los pasadizos inundados del cenote de Hoyo Negro, en el estado mexicano de Quintana Roo, que alcanza los 55 metros de profundidad. Durante la última Edad de Hielo, el nivel del mar era mucho más bajo, y los animales prehistóricos podían caminar cerca del cenote a través de pasillos horizontales y caer accidentalmente dentro de los mismos.
“La preservación del material fósil es extraordinaria y nos permitirá reconstruir varios aspectos de la anatomía, las relaciones evolutivas y el comportamiento [de la fauna]. Esto nos proporciona una nueva imagen emocionante de esta región en medio de un rápido cambio climático y medioambiental”, explicó Blaine Schubert de la Universidad Estatal de Tennessee, uno de los principales investigadores del proyecto.
Hasta ahora el equipo ha recuperado restos de tres osos perezosos gigantes (incluyendo una especie completamente nueva), osos de cara corta, pumas, gatos de dientes de sable, un extraño pariente de los elefantes, tapires e incluso un esqueleto humano.
“Se trata del esqueleto humano más antiguo y más completo en las Américas, y coexistió con una variedad de megafauna”, enfatizó Schubert, recordando el descubrimiento realizado en 2011, cuando en el mismo cenote fueron hallados los restos humanos más antiguos de América, bautizados luego como Naia o la ‘Joven de Hoyo Negro’ y pertenecían a una joven de origen asiático de unos 15 o 16 años.
A medida que la colaboración internacional de los investigadores estadounidenses y mexicanos continúa su trabajo, esperan comprender mejor la naturaleza de este puente intercontinental y sus propias complejidades ecológicas.