La búsqueda de vida extraterrestre es hoy en día, una de las actividades científicas con mayor crecimiento en universidades y centros de investigación en todo el mundo. Cuando los científicos buscan vida más allá de la Tierra, se enfrentan a dos posibilidades. Podrían encontrar vida microbiana escondida en algún lugar de nuestro propio Sistema Solar, o identificar señales de la vida inteligente en algún lugar lejano del Universo.

En los últimos 80 años, los programas dedicados a la búsqueda de inteligencias extraterrestres SETI, han trabajado incansablemente en la búsqueda de mensajes en forma de señales de radio. Al respecto, la Dra. Sara Webb, Astrofísica de la Universidad de Swinburne afirmó:

“La razón por la que creemos que cualquier vida inteligente se comunicaría a través de las ondas de radio, se debe a la capacidad de esas señales para viajar grandes distancias a través del espacio, rara vez interactuando con el polvo y el gas entre las estrellas. Como el proyecto Breakthrough Listen, que dirige actualmente al millón de estrellas más cercanas a nosotros, con la esperanza de identificar cualquier señal de radio hecha por alienígenas. Usando telescopios de todo el mundo, desde el Telescopio Parkes en Australia, hasta la matriz MeerKAT de 64 antenas en Sudáfrica.”

Pero el Instituto SETI, también está buscando rayos láser espaciales. Ya que los seres inteligentes podrían usar lásers masivos para comunicarse o incluso para impulsar naves espaciales. En cuanto a los microorganismos, los científicos están diseñando diversas misiones para encontrarlos en el subsuelo de Marte, incluyendo la actual misión Perseverance de la NASA, cuyo rover tiene la capacidad de recolectar muestras de polvo y roca, que después serán analizadas en la Tierra.

Asimismo, las diversas agencias espaciales, se encuentran desarrollando futuras misiones, que buscarán microorganismos en los océanos interiores de las Lunas congeladas de Europa y Encelado, así como en el cuerpo celeste más parecido a la Tierra primitiva, encontrado hasta hoy, la luna Titán. Por lo que cada vez más científicos están comprometidos a demostrar que no estamos solos en el Universo.