El estilo de vida actual demanda realizar una gran cantidad de actividades a lo largo del día. Trabajo, negocios, familia, educación, pareja, etc. lo que ha provocado hábitos muy negativos en la salud y la alimentación.

Uno de los más comunes en comer a destiempo, en la calle, comida rápida o procesada; así como comer a prisa, con tal de cumplir con nuestra apretada agenda. Sin embargo, estos malos hábitos dañan la salud y evitan que llegues a tu peso ideal.

De acuerdo con la revista ‘Mía’, comiendo despacio consumimos menos calorías ya que damos tiempo a que la comida llegue a nuestro estómago y nos saciemos antes, aunado a que regula el nivel de glucosa en nuestro organismo, depuramos las grasas y toxinas del cuerpo más fácilmente, el metabolismo se acelera, al hacer más rápida la digestión y menos pesada.

También favorece el control de las cantidades que consumimos, porque nos permite estar más atento a lo que ingerimos. Además, al comer más lento podemos experimentar sensación de saciedad con menos cantidad de alimento, lo cual contribuye a controlar el peso corporal.

Además, de acuerdo con el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, comer despacio nos permite quedar mucho más saciados, evitando así tener que comer entre horas, cita ‘Mejor con Salud’.

Debes masticar despacio para favorecer la salivación. Si masticas con prisa porque tienes que acabar pronto o porque tienes mucha hambre, la comida llega a tu estómago en trozos más grandes, que no se digieren bien, y además, quedas con hambre. Comer debe ser un placer y, como tal, hay que disfrutar de cada sabor y de cada textura. Intenta que tus platos sean atractivos a la vista.