Científicos estadounidenses, británicos y suecos han identificado una serie de hábitos saludables que pueden prolongar la vida hasta unos diez años más, informa el diario ‘Daily Mail’. Aparte de seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y consumir alcohol con moderación, los investigadores sostienen que evitar la jubilación anticipada, mantener una vida amorosa regular y tener hijos puede incrementar la expectativa de vida de forma significativa.

Tras analizar la vida laboral de 2.956 personas, científicos de la Universidad Estatal de Oregón vieron que los adultos sanos que se jubilaron a los 66 años, en vez de a los 65, redujeron en un 11 por ciento el riesgo de muerte en general. Según los especialistas, la gente que permanece activa y ocupada tiende a vivir más.

Asimismo, un estudio sueco que analizó los casos de 704.481 hombres y 725.290 mujeres nacidos entre 1911 y 1925, reveló que las personas que tienen hijos viven al menos dos años más que la gente que no los tiene. Según el estudio, los sentimientos emocionales pueden llegar a tener casi los mismos efectos beneficiosos para la salud que los factores físicos.

Los científicos destacan que las personas con una percepción más positiva de su propio envejecimiento viven una media de 7,5 años más. Según los especialistas, las creencias negativas pueden conducir a la inactividad, la depresión, el aislamiento y a sufrir enfermedades.

Asimismo, los investigadores aconsejan a las personas que cuiden su vida amorosa, pues también influye en la expectativa de vida. El estudio de 918 casos de hombres entre 1979 y 1993 mostró que aquellos que tenían sexo al menos dos veces a la semana, tenían un riesgo un 50% menor de sufrir muerte prematura, en comparación con aquellos que lo practicaban una vez al mes.

Entre otros hábitos saludables sugeridos por especialistas internacionales, el diario Daily Mail también incluye las caminatas regulares, que pueden prolongar hasta cuatro años y medio la expectativa de vida, y el dormir más de seis horas, lo que reduce el riesgo de muerte prematura. Sin embargo, los especialistas advierten que dormir más de nueve horas puede incrementar el riesgo.