Científicos creen que el Hombre ya formó su propia Edad Geológica
Científicos aseguran que ya ha comenzado el Antropoceno. El cual, es el nombre propuesto para la nueva era geológica que estaría marcada por la influencia humana en el planeta. Según un grupo de científicos, el Antropoceno habría comenzado entre 1945 y 1950, con el inicio de las pruebas nucleares que dejaron rastros de plutonio en el suelo y la atmósfera. Los defensores del Antropoceno argumentan que la humanidad ha alterado de forma irreversible el funcionamiento de la Tierra, provocando cambios climáticos, extinción de especies, contaminación y deforestación. Estos impactos serían visibles en los registros geológicos y podrían servir como evidencia para definir el inicio del Antropoceno.
Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo con esta idea. Algunos consideran que el Antropoceno no es una categoría científica, sino política y cultural, que refleja una visión antropocéntrica y occidental del mundo. Otros cuestionan la precisión y la relevancia de usar el plutonio como indicador, ya que existen otros elementos químicos y biológicos que también podrían mostrar la huella humana. Además, hay debate sobre la fecha exacta del comienzo del Antropoceno. Algunos proponen que se remonte al Neolítico, cuando los humanos empezaron a cultivar y domesticar animales. Otros sugieren que se sitúe en la Revolución Industrial, cuando se aceleró el uso de combustibles fósiles y el crecimiento demográfico. También hay quienes plantean que se espere a tener más datos y consenso antes de establecer una nueva era geológica.
De acuerdo con el portal Infonews, científicos del Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno (AWG, por sus siglas en inglés: Anthropocene Working Group) que trabajan en investigar sitios que demuestren que el Antropoceno ha llegado, tienen a su candidato ideal: el lago Crawford, en Canadá. Este lago, ubicado en las cercanías de la ciudad canadiense de Toronto, y queda a solo unas decenas de kilómetros de la ciudad industrial más grande de Canadá, Hamilton. El sedimento extraído del lecho revela las huellas geoquímicas de las pruebas de bombas nucleares, concretamente de plutonio, un elemento radiactivo ampliamente detectado en todo el mundo en arrecifes de coral, núcleos de hielo y turberas.