Científico afirma que una élite de “Superhumanos” dominará el mundo

Yuval Noah Harari es probablemente el antropólogo más influyente en la actualidad. Sus lectores son muchos (su libro Sapiens ha vendido 300.000 ejemplares sólo en Israel, su país natal, que tiene poco más de 8 millones de habitantes) y algunos de ellos son muy ilustres: Bill Gates, Barack Obama o Mark Zuckerberg leen sus libros con atención. Hace poco ha concedido una entrevista al diario Español ‘El Mundo’, en el que este experto en la evolución del hombre a desgranado algunas interesantes conjeturas sobre el futuro que podría tener nuestra especie.

Sin embargo, no se considera un profeta: “No predigo el futuro. Me limito a plasmar las distintas posibilidades que ofrece”, dice el antropólogo. Algunas de esas realidades son inquietantes, desde luego.

Una de las características básicas de esta sociedad futura será una división bastante clara entre una élite de superhumanos, que tendrá acceso a los más sofisticados avances en biotecnología, y una gran masa dominada por esa élite, que apenas tendrá a qué dedicarse, puesto que la mayoría de los empleos que existen ahora desaparecerán.

“Este cambio es inevitable. Los taxistas, los médicos o los traductores perderán sus empleos víctimas de la sofisticación de los coches autónomos, robots de diagnóstico y un traductor de Google mejorado. Son sólo unos ejemplos, pasará con muchas profesiones. Esto no quiere decir que no surjan nuevos trabajos, pero será difícil reciclar a gente con empleos tradicionales”.

En cambio, problemas más temibles como el hambre no parecen una amenaza seria en el futuro de la humanidad: alimentar a la población no será en este caso un problema gracias a la tecnología. Sí lo será dotar de sentido a las vidas de todas esas personas”.

En el ámbito social, las amenzas son más graves: “Me temo que tanto en economía como en política los seres humanos perderemos nuestro poder. Eso es terrible porque el Estado y las élites nos van a ver como prescindibles. En el siglo XX los políticos invertían en hospitales y carreteras, incluso los dictadores, porque necesitaban a la gente ya fuera como votantes, soldados u obreros para las fábricas. Actualmente se ve más claramente en algunos campos, como el bélico: con la tecnología y el profesionalismo el valor militar de un ciudadano es prácticamente cero. Y en política sólo hay que ver el apoyo que han obtenido Donald Trump y los populismos europeos. Esto es una señal de que la gente empieza a ser consciente de su pérdida de influencia y busca rebelarse”.

A Yuval Harari le preocupa la gran ignorancia que hay en las clases dirigentes respecto a uno de los temas que marcarán el futuro de la humanidad de manera determinante: “En los próximos 50 años, la Inteligencia Artificial y la ingeniería genética serán determinantes en nuestras vidas, pero nadie las menciona, ni siquiera en unas elecciones tan importantes como las recientemente celebradas en Estados Unidos. ¡La tecnología más sofisticada citada en campaña fue la relacionada con los emails enviados por Hillary Clinton desde un servidor equivocado!”.

“Después de 4.000 millones de años de evolución natural -añade el antropólogo israelí-, desarrollaremos humanos ayudados por ordenadores y vida inorgánica. Podría ser la mayor revolución de la historia de la biología, un impulso para plantearnos de verdad la vida fuera de la Tierra. En la actualidad, colonizar otros planetas con nuestras características biológicas es una quimera”.