Objetos no identificados, posiblemente artificiales, orbitaban la Tierra antes de la existencia de los satélites. Y los científicos no saben que eran. Entre los años 1950 y 1955, astrónomos del Observatorio Palomar en California, llevaron a cabo el Sky Survey, un importante estudio astronómico que registró en placas fotográficas, una gran cantidad de fuentes luminosas que se movían en el espacio. Sin embargo, el primer satélite enviado por la humanidad a la órbita terrestre, el famoso Sputnik, se lanzó hasta 1957, por lo que esos objetos brillantes, no podrían ser estrellas, planetas u objetos creados por el hombre.

Los misteriosos brillos llamaron la atención de la astrofísica del Instituto Nórdico de Física Teórica, de la Universidad de Estocolmo, la Doctora Beatriz Villarroel, quien identificó los objetos brillantes en la órbita geosincrónica de la Tierra, y que no podían ser estrellas, ya que éstos no estaban en las imágenes tomadas media hora antes o media hora después. Durante una entrevista, la Doctora Villaroel afirmó que su descubrimiento la desconcertó: “Encontramos… Vimos que estos objetos parecían desaparecer de los registros, y no pudimos encontrarlos en ninguna parte de nuevo. Si usas el Telescopio Óptico Nórdico, encontrarás de hecho, que sólo se han ido… Estos objetos.”

Gracias al software de la Alianza Internacional Observatorio Virtual, que permite buscar y analizar cualquier objeto astronómico de forma rápida y eficiente, la Doctora Villarroel y su equipo detectaron hasta nueve objetos anómalos transitorios, que podrían ser sondas extraterrestres, ya que aún no existían los satélites artificiales. Su estudio ha sido publicado por la revista de la Real Sociedad Astronómica. De acuerdo con los científicos, es muy improbable que todos los objetos identificados sean defectos en las placas, y que además, todos ellos tengan la forma esférica que se espera ver en las estrellas reales.

Por lo pronto, la astrónoma está buscando financiamiento para un proyecto de escaneo telescópico del cielo, para impulsar la búsqueda de OVNIS en órbita cercana a la Tierra. La idea es usar algoritmos especiales para encontrar cualquier objeto que todavía esté dando vueltas alrededor de nuestro globo. Si esos objetos siguen ahí, en la órbita de la Tierra es posible poner en marcha una misión de recuperación que permitiera salir de dudas respecto a si se trata de objetos tecnológicos o de simples estrellas.