Arabia Saudita hace una ambiciosa apuesta por las energías renovables

Arabia Saudita está tratando de convertirse en una potencia mundial en el ámbito de la energía limpia y planifica sus recursos energéticos de cara al futuro reduciendo su dependencia del petróleo. La luz del sol y el viento se perfilan como los nuevos recursos naturales en torno a los que el país quiere implementar su potencial tecnológico y financiero, a través de inversiones orientadas a la producción de energía solar y eólica.

Una información publicada recientemente en el ‘New York Times’ asegura que Riad tiene intención de invertir unos 7.000 millones de dólares durante este año para desarrollar siete nuevas plantas solares y un gran parque eólico en el país. A medio plazo, los saudíes pretenden hacer que la generación total de energías renovables, que ahora representan una proporción insignificante de su producción energética total, alcance el 10% en 2023.

Estos objetivos constituyen un reflejo de la intención del príncipe Mohammed bin Salman de llevar a cabo una reforma económica nacional, en cuya base está una diversificación para rebajar la dependencia de la venta de los combustibles fósiles, la principal fuente de ingresos del país.

“Todos los grandes desarrolladores están mirando a Arabia Saudita”, comentó Jenny Chase, analista de la firma Bloomberg New Energy Finance, al New York Times.

“El país hizo grandes planes y pronunciamientos, pero los diversos organismos sauditas no han logrado ponerse de acuerdo sobre el nuevo camino a seguir”, puntualizó la experta.

Uno de los proyectos concretos que está impulsando Riad es la construcción de una granja solar con capacidad de generar suficiente electricidad para 40.000 hogares. El desarrollo de esta planta ha sido encargado a la empresa saudita de energía ACWA Power, que dispondrá de un presupuesto de 300 millones de dólares para llevarlo a cabo.