ACEITE DE OLIVA, PROTECTOR DEL HÍGADO
El Aceite de Oliva, es un gran antioxidante, antiinflamatorio y desintoxicante, que ha demostrado ser un magnífico protector del hígado y de todo el sistema orgánico humano.
Más allá de ser un ingrediente de cocina básico y muy versátil, el aceite de oliva es una verdadera maravilla para la salud humana, pues contiene polifenoles, esteroles, ácido oléico, ácidos grasos saludables, carotenos, vitaminas A, D, E, K, minerales como fósforo, calcio, hierro y magnesio.
Cuando se consume arbitrariamente, en la preparación cotidiana de alimentos o como parte de una dieta bien diseñada, el aceite de oliva nos ayuda a:
Eliminar el colesterol en sangre y en arterias, facilita los procesos cerebrales al ser una grasa pura, mejora las funciones del hígado, previene enfermedades cardiacas, mejora la elasticidad y la capacidad de flexión de las coyunturas, ayuda en los tratamientos de pérdida de peso, elimina las toxinas de todo el sistema, ayuda a descender naturalmente el nivel alto de triglicéridos, ayuda a la eliminación de grasas y líquidos innecesarios en el organismo.
Pero cuando se toma 1 sola cucharadita en ayunas, como un régimen diario, tiene estos beneficios adyacentes:
Controla la hipertensión, reduce el riesgo de trombosis, Previene la aparición de la diabetes, protege todo el sistema contra la inflamación, regula el tránsito intestinal y refuerza la nutrición a nivel celular ya que las células usan esta grasa virgen para protegerse a sí mismas y promueve la juventud y elasticidad de la piel.
Igualmente la fundación española del corazón, recomienda por lo menos 6 cucharaditas al día, entre la preparación de los alimentos e incluida la cucharadita en ayunas.
Este régimen de consumo nos llevará a notar beneficios en todo nuestro sistema a la semana de iniciado el consumo de aceite de oliva.
Es una verdadera clave de la salud óptima.
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