Revelan que el aumento de peso se asocia a los alimentos procesados
A lo largo de las últimas décadas, quienes deseaban perder peso se enfrentaban a un dilema: reducir la ingesta de carbohidratos o de grasas. Ahora, unos científicos han hallado una solución sencilla a ese rompecabezas.
Investigadores de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos) reunieron a 600 personas y las dividieron en dos grupos iguales. Durante un año, el primero se alimentó con una dieta baja en carbohidratos y el otro con otra que incluía pocas grasas.
En ambos casos, los resultados fueron idénticos: los participantes una media de 5,9 kilogramos. Sin embargo, el experimento reveló una enorme variación dentro de cada dieta, ya que algunas personas perdieron más de 25 kilogramos y otras ganaron peso.
Esos especialistas publicaron su estudio en ‘JAMA’ y estiman que se debe a que algunas personas son más sensibles a un tipo de dieta que al otro.
Los científicos también investigaron el genoma de los voluntarios para determinar el vínculo entre sus genes y el grado de respuesta de algunas personas a cierto tipo de dieta, pero en ese aspecto no tuvieron éxito.
“El estudio cierra las puertas a algunas preguntas y abre otras. Tenemos muchos datos para utilizar en nuevos estudios exploratorios”, comentó el líder del estudio, Christofer Gardner, e informa ‘Daily Mail’.
La clave para perder peso estaría en emplear el sentido común y alimentarse con menos alimentos procesados.
Por ejemplo, las gaseosas tienen pocas grasas pero no son saludables, mientras que la manteca de cerdo es muy baja en carbohidratos, pero resulta poco probable que ayude a perder peso. Al mismo tiempo, el alto contenido en grasas del aguacate es saludable y nutritivo.
En cualquier caso, los expertos recomiendan reducir el consumo de azúcar y harinas refinadas, comer la mayor cantidad posible de hortalizas y elegir alimentos de grano completo.