Medievales reabrían las Tumbas después de los Entierros

Las comunidades que vivían en Europa entre los siglos V y VII tenían la costumbre de reabrir tumbas y sacar objetos por razones que los arqueólogos están tratando de entender. Un equipo de investigadores identificó cientos de fosas desde la región rumana de Transilvania hasta el sur de Inglaterra, que fueron reabiertas o manipuladas poco después del entierro, reza un estudio, publicado este viernes en la revista ‘Antiquity’. Anteriormente, se pensaba que las fosas reabiertas reflejaban casos aislados de robo, sin embargo, la nueva investigación sostiene que se trataba de una práctica generalizada en la Europa de la Temprana Edad Media, que formaba parte de las costumbres mortuorias habituales.

“Hicieron una cuidadosa selección de las posesiones que se llevaban, sobre todo cogiendo los broches de las mujeres y las espadas de los hombres, pero dejaron muchos objetos de valor, incluso objetos de metal precioso, como colgantes de oro o plata”, detalló Alison Klevnas, investigadora de la ‘Universidad de Estocolmo’ y autora principal del estudio, señalando que los artefactos se retiraban incluso cuando se estaban estropeando, lo que sugiere que no se tomaban para usarlos o revenderlos. Aunque la reapertura de tumbas era una actividad muy extendida, había variaciones, presuntamente basadas en las tradiciones locales o incluso dependiendo de quién estaba enterrado. La mayoría de las alteraciones consistían en retirar objetos seleccionados, pero otras incluyen la manipulación de los muertos, el daño de objetos, la retirada de partes del cuerpo y, en un caso, la adición de un perro al entierro.

“Robar tumbas parece un acto negativo, pero en realidad parece ser socialmente positivo en este caso. Las personas seguían enterrando a los muertos en los cementerios, junto con repetidos actos de reapertura de tumbas”, explicó Klevnas. “Incluso podemos ver que algunos cementerios con costumbres de reapertura se utilizaron durante más tiempo que aquellos en los que se dejaba a los muertos en paz”, concluyó. Sin embargo, los científicos desconocen por qué esta práctica se extendió por una región tan grande en un corto espacio de tiempo.