Daños para la Salud de beber Alcohol

La cerveza, el vino y el licor fuerte contienen alcohol. Si usted está bebiendo cualquiera de ellos, está consumiendo alcohol. Puede que sus patrones de consumo de alcohol varíen según con quién esté y lo que esté haciendo, informa el portal ‘Medicine Plus’ de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EUA.

Beber una cantidad excesiva de alcohol puede ponerlo en riesgo de problemas relacionados con el alcohol si:

  • Usted es un hombre que toma 15 tragos o más a la semana, o a menudo toma 5 tragos al mismo tiempo.
  • Usted es una mujer que toma 8 tragos o más a la semana, o a menudo toma 4 tragos al mismo tiempo.

Un trago se define como una cerveza de 12 onzas (355 mililitros, mL); 5 onzas (148 mL) de vino, o 1 1/2 onza (44 mL) de un trago de licor.

El consumo prolongado de alcohol aumenta sus probabilidades de:

  • Sangrado de estómago o esófago (el conducto a través del cual viaja la comida de su garganta a su estómago).
  • Inflamación y daños en el páncreas. Su páncreas produce sustancias que el cuerpo necesita para funcionar bien.
  • Daño al hígado. Cuando es grave, a menudo lleva a la muerte.
  • Desnutrición.
  • Cáncer de esófago, hígado, colon, cabeza y cuello, mamas y otras áreas.

Beber en exceso también puede:

  • Hacer más difícil el control de la presión arterial alta si usted ya tiene presión alta.
  • Llevar a problemas cardíacos en algunas personas.

El alcohol puede afectar su capacidad de razonamiento y juicio cada vez que bebe. El consumo prolongado de alcohol daña las neuronas. Esto puede provocar un daño permanente a su memoria, a su capacidad de razonamiento y a la forma como se comporta.

El daño a los nervios a raíz del abuso del alcohol puede causar muchos problemas, algunos de los cuales son:

  • Entumecimiento o sensación dolorosa de “hormigueo” en brazos o piernas.
  • Problemas con las erecciones en los hombres.
  • Goteos de orina o dificultad para orinar.

Tomar alcohol durante el embarazo puede causarle daño al bebé en crecimiento. Se pueden presentar graves defectos de nacimiento o el síndrome de alcoholismo fetal (SAF).