La Comida Procesada genera Adicción
La comida procesada ha sido objeto de numerosos estudios en los últimos años. Por su bajo costo se ha convertido en una alternativa muy socorrida, pero sus efectos negativos en el organismo están más que demostrados. Ahora, los científicos han demostrado que generan adicción, gracias a sus altos contenidos de azúcar, grasa y sal. Esto ya son por separado elementos que pueden tener implicaciones adictivas pero mucho más si están en un sólo producto.
Los ingredientes más adictivos que van a influenciar sobre nuestro cerebro son la harina y el azúcar. ¿Por qué razón? Porque los alimentos con mayor índice glucémico (aquellos que producen un aumento rápido de los valores de azúcar en sangre inmediatamente después de ingerirlos) de la misma manera producen un estímulo en el páncreas, que ‘interpreta’ que debe segregar al torrente sanguíneo más cantidades de insulina para bajar esos niveles altos de azúcar que produjo ese alimento. Allí el cerebro vuelve a percibir que le falta energía (porque el exceso de azúcar en sangre bajó) y genera la necesidad de volver a consumir.
Este proceso fisiológico y bioquímico en nuestro organismo genera que queramos comer una galletita tras otra, o una factura tras otra, informa el portal ‘Infobae’.
Además, a inicios del año, investigadores de la Universidad de Stanford confirmaron que el consumo de la comida procesada se asocia al aumento de peso. A través de un experimento donde reunieron a 600 personas y las dividieron en dos grupos iguales. Durante un año, el primero se alimentó con una dieta baja en carbohidratos y el otro con otra que incluía pocas grasas.
En ambos casos, los resultados fueron idénticos: los participantes una media de 5,9 kilogramos. Sin embargo, el experimento reveló una enorme variación dentro de cada dieta, ya que algunas personas perdieron más de 25 kilogramos y otras ganaron peso.
Esos especialistas publicaron su estudio en ‘JAMA’ y estiman que se debe a que algunas personas son más sensibles a un tipo de dieta que al otro.
Los científicos también investigaron el genoma de los voluntarios para determinar el vínculo entre sus genes y el grado de respuesta de algunas personas a cierto tipo de dieta, pero en ese aspecto no tuvieron éxito.
“El estudio cierra las puertas a algunas preguntas y abre otras. Tenemos muchos datos para utilizar en nuevos estudios exploratorios”, comentó el líder del estudio, Christofer Gardner, e informa ‘Daily Mail’.